Ya definimos la lectura, vimos en cuantos ejemplos y formas se puede dividir, la vida de un famoso autor, y ya hemos también indagado un poco de forma práctica, al explorar sugerencias.
Ahora volvemos a la parte teórica para definir la importancia de la lectura.
¿Te imaginas un mundo sin lectura? En un principio, puede parecer sencillo… ¡pero en realidad es todo lo contrario! Imagina por un momento un mundo sin libros, sin escritos, sin lenguaje comunicado.
¡Eso sería como volver a la Edad de Piedra, cuando hacíamos sonidos incoherentes, pintábamos mamuts en las paredes de las cuevas, y vivíamos separados en tribus hostiles! Y ese definitivamente no es la forma correcta de vivir.
*** imagen www.historiaactiva.com
Menos lectura, menos información, más desastres
Imagina este escenario: Vas entrando a un centro comercial o a cualquier lugar público en tu ciudad. Al entrar lo primero que ves es este cartel; por lo tanto, sabes lo que dice y ya tienes bien claro el protocolo que debes de seguir, para evitar contagiarte (y contagiar a los demás) de COVID-19; algo que es sumamente importante en un lugar en donde mucha gente está junta en un solo espacio. Pero imagínate por un momento que ese cartel no estuviera ahí. ¿Qué crees que pasaría? Ignorarías todo el protocolo, ¡y te pondrías a ti y a tus seres queridos en peligro!
***imagen Sitio web oficial del Gobierno del Estado de Puebla
Como vimos en el primer post de esta campaña, cualquier forma de lenguaje visual o escrito que comunique un mensaje claro al lector es una forma de lectura. La lectura es una forma de aprendizaje y tiene como uno de sus principales propósitos comunicar información para que los receptores tomen mejores decisiones. Bajo este propósito, utilizar las fechas del calendario es un ejemplo de lectura.
Imagínense por un momento como sería la vida si no existieran las fechas del calendario. ¡No podríamos saber cuándo es nuestro cumpleaños, o el de nuestros amigos o familia! ¡No podríamos mandarle una postal a nuestro abuelo veterano de guerra felicitándolo por el Día de los Veteranos! No podríamos reconocer las estaciones, y sin tomar las medidas precautorias necesarias al salir a la calle debido al clima… ¡podríamos morir de calor o frío! ¡Sería catastrófico! Vamos más allá del calendario.
Ahora imaginen si los productos que compramos en el supermercado… ¡no tuvieran etiquetas! Si no existiera esta forma de lectura, no podríamos saber la fecha de caducidad de los alimentos. ¡Compraríamos yogurt, sopa o leche en muy mal estado y podríamos enfermarnos del estómago! Otro ejemplo podría ser la información en las etiquetas de los neumáticos. Si no somos cuidadosos, podríamos comprar llantas defectuosas, y a medio camino… ¡nuestro auto podría resbalarse en la lluvia debido a la poca adherencia del caucho a la humedad, y causar un fatal accidente!
Voy a compartirles una anécdota personal , algo que me ocurrió hace como 10 meses: estaba en el baño de mi casa y mi mamá me pidió que me pusiera crema en la cara, porque la tenía demasiado abierta. Sin haber leído previamente las etiquetas de los productos, en lugar de usar la crema que era, ¡me puse pomada de tomillo en la cara!
Usar tomillo solo empeoró las cosas, por que la cara se me enrojeció y se me abrió todavía más. ¡Y lo peor es que no me di cuenta! En cuanto mi mamá llegó, notó que algo había salido mal. Nos dimos cuenta de mi error y lo corregimos. Esa experiencia me demostró la importancia de leer las etiquetas y la información de los envases antes de tomar una decisión. Por eso decidí contarles sobre esto: para evitar que ustedes cometan el mismo error que yo.
Menos lectura, menos actividad cerebral, menos comunicación social.
Dejando a un lado los accidentes hipotéticos que acabo de mencionar, la lectura no solo es una herramienta para informarnos y tomar mejores decisiones. Otro ejemplo importante de la lectura es: la creatividad. Tómenlo de alguien con un gran potencial creativo e imaginativo. ¿Creen que ese potencial llegó de la noche a la mañana? ¡Por supuesto que no! Tuve que nutrirme literariamente y leer como escribían los grandes para yo poder hacer cuando menos un trabajo amateur, que se viera lo más profesional posible. No sería quien soy ahora si no fuera por los libros, ¡y estoy seguro de que la lectura puede cambiar positivamente la vida de muchas más personas!
Está científicamente comprobado que leer un buen libro es el principal estímulo para la imaginación. También se ha comprobado que la lectura es un instrumento muy útil para nuestras habilidades cognitivas y sociales. El Dr. M. Muñoz Gómez Palacio, director del Programa Nacional para el Fortalecimiento de la Lectura y Escritura (PRONALEES), comunicó en 1992, “Saber leer, lograr que un texto escrito fuera leído adecuadamente por otra persona, quería decir saber descifrar.” Para que me entiendan mejor, lo que el Dr. Está diciendo es que, al lograr que un texto escrito sea correctamente leído e interpretado por otra persona, significa que dicho texto estimuló las habilidades de interpretación del lector. Y una manera muy efectiva de establecer comunicación con otra persona es a través de la lectura de textos que ambas personas pueden descifrar y que sean la base de confianza, que puede llevar a amistad o a una relación bien fundamentada. En otras palabras, leer puede hacerte más amigos que jugar videojuegos o ver el celular.
Este mensaje va para los peques: ¡Si quieren hacer amigos, pónganse a leer!
Una nota final: Perdonen si los llené de imágenes no tan placenteras en la primera mitad del post, pero esos escenarios eran necesarios para hacer valer mi punto sobre por qué la lectura es parte esencial de nuestro día a día.
Fuentes
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¡Definitivamente hay que leer las etiquetas de los productos! 😂Me encantó.