Recomendación de la semana: El Gran Gatsby, de F. Scott Fitzgerald
*** Ilustración de Cheryl Bok en Behance
Segunda publicación de la sección “Recomendación de la semana”. La novela que toca hoy es igual de completa y pulida que el hermoso coche que ven en la portada. Hoy le toca el turno a El Gran Gatsby.
El materialismo, el lujo, la búsqueda del placer, el desamor, y el fracaso del Sueño Americano son todos temas clave en esta novela. Al abrir las páginas acompañarás a un grupo de personajes que representan las ilusiones presentes en aquella época donde todo parecía posible, solo para enfrentarse a un duro palmazo de realidad, sobre lo vacías y tristes que son en realidad sus vidas.
F. Scott Fitzgerald: Desilusión de inicios de siglo
“Muéstrame un héroe y te escribiré una tragedia”, dijo alguna vez este desencantado maestro del lenguaje explicativo. Nació el 24 de septiembre de 1986, en St. Paul, capital del estado estadounidense de Minnesota. Su padre, Edward Fitzgerald, era un fracasado terrateniente sureño, y su madre, Mary McQuillan Fitzgerald, era una burguesa de origen irlandés y fe católica. Su abuela había tomado parte en la conspiración para asesinar al presidente Lincoln y por ello recibió castigo penal. Desde niño se le fue inculcado el cristianismo y el aceptar su condición de burgués.
Foto: Gatopardo
De la secundaria a la preparatoria fue educado en colegios católicos exclusivos. Se le otorgó beca para asistir a Princeton, pero abandonó su segundo semestre en 1917, para buscar renombre en las Fuerzas Expedicionarias Canadienses durante la Primera Guerra Mundial. Una vez terminada la guerra, y descargado con honores, conoció (y terminó enamorándose) de Ginevra King, una joven aristócrata de Chicago, quien se convirtió en la inspiración para los encantadores, pero tóxicos, personajes femeninos de su obra.
En 1920 termina el borrador definitivo de su primera novela, A Este Lado del Paraíso, que había empezado en el ejército. Dicha novela tuvo rotundo éxito en ventas y lo convirtió en millonario. El 2 de abril de ese año, se casa con Zelda Sayre, pintora, novelista y bailarina aristócrata de gran renombre. ¡Por fin el amor perfecto para él, viva!
Con ella tuvo una hija, Frances, nacida en 1921. ¡Este hombre no descansaba ni un día!
*** Zelda Sayre y Francis Scott Fitzgerald, en 1921,
un año después de su boda. COLECCIÓN EVERETT
Fitzgerald pertenece, junto a William Faulkner y Ernest Hemingway, a la “Generación Perdida”, siendo quizás su máximo exponente. De hecho, fue él quien le dio su nombre a ese movimiento, a esa nueva oleada de jóvenes desencantados y resentidos, que había encontrado, según sus propias palabras, “todos los dioses muertos, las guerras combatidas y la fe en el hombre destruida”. Vaya, tantas malas vibras que había…me alegra ser un chico moderno que conserva su esperanza.
En 1932 se diagnosticó esquizofrénica a Zelda y tuvo que ser internada en un hospital psiquiátrico, devastando a su esposo. Mmm, justo cuando su historia amorosa se veía prometedora. Fitzgerald descendió al alcoholismo, y sostuvo un amorío con la columnista de farándula Sheila Graham. Tras no lograr vender novelas, probó suerte como guionista de Hollywood. En 1940, embriagado y completamente desencantando con la vida, F. Scott Fitzgerald muere de un paro cardiaco producto de una resaca, frente a la máquina de escribir, el día 21 de diciembre. Tenía 44 años. Zelda moriría en 1948, al incendiarse la institución psiquiátrica en la que estaba internada. Yo creo que es seguro decir que el buen Scott escribió su propia tragedia.
El Gran Gatsby: Los prósperos (y superficiales) años veinte
***Ilustration: The great Gatsby by Enikö Varga
“El sueño americano nació muerto”, así es como resumiría Fitzgerald su obra maestra. Estamos en Nueva York, en plenos años 20. Una época de prosperidad y regocijo entre las dos guerras mundiales. Música jazz, electrodomésticos, cine coloro y sonoro…pero también Al Capone, el Ku Klux Klan, la paranoia comunista, y el tráfico ilegal de alcohol.
Precisamente uno de esos traficantes es el que da el título a esta novela. J. Gatsby, el caballero que impera en West Egg, es un personaje enigmático e impredecible, con la principal motivación recuperar al amor de su juventud, pero también involucrado en negocios sucios y teniendo tratos y contactos con las más despreciables figuras del bajo mundo neoyorquino. Es prisionero de sí mismo, así como lo son, de un modo u otro, todos las peculiares personalidades que con él conviven.
Conforme vayan leyendo la novela comprenderán que Fitzgerald intentó que fuera un relato cuasi-biográfico de su propia vida, e intentaba demostrar en tinta y papel lo desilusionado que se sentía con lo que él considera que es un “Sueño Americano” roto. Todos los personajes de la historia viven atrapados en una tranquila y frívola vida, completamente enamorados de las riquezas y la prosperidad económica de la década. Pero la realidad es otra…y todos los buenos tiempos llegan a su fin. Y no estoy siendo pesimista, estoy siendo realista.
¿Y tú ya la leíste? Déjame tus comentarios al respecto de esta obra!
La verdad es muy buena obra. Yo la leí hace poco y me hubiera gustado leerla mucho mas joven. Refleja perfectamente la época de los "Roaring 20's" que tiene en si una magia muy especial. Sin embargo todos los temas y los personajes son completamente relevantes en el 2021!!!!! Eso es la magia de la buena literatura. Muy buen artículo.